Los hilos japoneses o hilos mágicos son un nuevo tratamiento de rejuvenecimiento facial que aunque tengan el nombre de hilos tensores se diferencian bastante de los hilos conocidos habitualmente con este nombre. Los hilos tensores ideados inicialmente producían un efecto de tensado directo mediante tracción de los tejidos y anclaje en puntos superiores.
Los primeros hilos que salieron fueron los hilos rusos que en su momento supusieron un avance en medicina estética: estos hilos eran hilos no reabsorbibles que presentaban unas espículas realizadas sobre el mismo hilo que servían para anclarse a los tejidos que queríamos traccionar. Al ser estos hilos irreabsorbibles en ocasiones podían presentar reacciones a nivel local y al estar el hilo serrado podía romperse encontrándonos entonces con migraciones del hilo y molestias fuera del sitio inicial de colocación.
Para intentar evitar las reacciones a nivel local y molestias por migración del hilo espiculado salieron unos hilos parcialmente reabsorbibles: Aunque el hilo era irreabsorbible tenían una ventaja con respecto a los anteriores y es que el modo de anclaje era mediante unos conos reabsorbibles que se fijaban al tejido y que con el tiempo desaparecían quedando únicamente el hilo. Con este tipo de hilo las reacciones a nivel local disminuyeron mucho y la resistencia del hilo aumentó pero en este caso nos encontramos en ocasiones con el destensado del hilo produciendo un efecto menor del esperado o asimétrico en algún caso desafortunado aunque al ser el hilo irreabsorbible habitualmente lo podemos retensar.
Los hilos japoneses son un método totalmente diferente pues son hilos de un material totalmente reabsorbible. La forma de colocación y el efecto producido sobre la piel es diferente. No conseguimos un efecto de tensado inmediato.
El hilo mágico es un hilo de polidioxanona que viene vehiculizado mediante unas finas agujas. El método de colocación es mediante la introducción a nivel subcutáneo en contacto con la dermis profunda y cuando retiras la aguja el hilo queda en su sitio. Es decir que no tensamos directamente sobre los hilos sino que simplemente realizamos un entramado de hilos. Aunque de entrada podemos observar únicamente un efecto por la inflamación a nivel local el resultado lo veremos a partir de la 3 semana mejorando progresivamente a partir de este momento. El hilo genera una fibrosis a su alrededor dando lugar a una mejoría de la flacidez gracias a la producción de de fibroblastos y colágeno.
Hay que decir que la polidioxanona es un producto biocompatible y reabsorbible que se ha utilizado de forma segura en medicina desde hace años.
Aunque el hilo insertado se reabsorbe a los 6 meses la fibrosis y producción de colágeno permanece hasta 18 meses siendo este el motivo de que el efecto sea tan eficaz. La colocación de los hilos debe ser individualizado para cada paciente pensando en como deseamos que se produzca la tensión de la piel.
Los efectos secundarios son mínimos: enrojecimiento, algún hematoma y ocasionalmente dolorimiento de la zona que desaparece en pocos días.
Hay que evitar el uso conjunto de los hilos con acido hialurónico aunque sí se puede combinar con botox, mesoterapia, factores de crecimiento consiguiendo de esta manera un efecto más completo.
Los hilos mágicos están indicados a partir de los 35 años para los casos con envejecimiento moderado.
Aunque también se puede usar a nivel corporal en brazos y cara interna de muslos, mamas e incluso abdomen, las principales indicaciones son:
- elevación de las mejillas
- recuperación del óvalo facial
- mejora de surcos nasogenianos
- líneas de marioneta
- arrugas del contorno de ojos
- mejora del doble mentón
- reafirmación del cuello