La labioplastia es una intervención cuya demanda ha ido aumentando progresivamente en los últimos años.
Aunque en ocasiones las mujeres solicitan esta intervención por incomodidad al vestir prendas ajustadas o molestias durante la practica de algunos deportes o durante las relaciones sexuales en ocasiones lo solicitan por motivos puramente estéticos.
¿Existe una medida que podamos considerar patológica?
Aunque se han estudiado cuales son las posibles medidas que no se debían sobrepasar la realidad es que para indicar esta intervención nos guiamos por la posible molestia a nivel estético o funcional que la paciente nos refiera.
Conocida como labioplastia reductora o ninfectomía, se recomienda a mujeres que por razones congénitas u otras causas presenten labios vaginales mayores o menores de un tamaño anormalmente grande o asimétrico. Para la valoración de esta zona lo que miramos es la proporción entre las diferentes zonas anatómicas implicadas. Si los labios mayores son demasiado finos, por ejemplo, no cubren los menores entonces da la sensación de que son de mayor tamaño.
Conjuntamente con la labioplastia de reducción con frecuencia se realiza la liposucción del monte de venus o el lipofilling (autoinjerto de grasa ) de los labios mayores en el caso de que sean demasiado finos. También es preciso en muchas ocasiones realizar el tratamiento del capuchón del clítoris ( la zona de piel que recubre el clítoris).
En ocasiones los labios menores pueden llegar a intereferir con las relaciones sexuales por motivos funcionales al introducirse hacia dentro y crear una sensación de incomodidad.
Aunque la mayoría de pacientes que solicitan nuestro consejo podemos decir que se beneficiarán del tratamiento también es verdad que en ocasiones acuden pacientes con labios absolutamente normales y que no requieren tratamiento y que desestimamos para la cirugía.
Actualmente las cirugía intima ha evolucionado y se realizan técnicas cada vez menos invasivas esta cirugía requiere habitualmente evitar relaciones sexuales durante un periodo que va de 4 a 6 semanas.