La contractura capsular o encapsulamiento de los implantes es uno de los problemas de la cirugía de mamas con implantes que más preocupa a pacientes y cirujanos. Conoce las causas y los tratamientos posibles.
Cuando se inserta un implante mamario dentro del bolsillo de la glándula, es común que el cuerpo reaccione de manera defensiva, formando una cápsula alrededor de la prótesis. Esta ‘reacción a cuerpo extraño’ es un proceso normal de curación y permite la adherencia del implante a los tejidos circundantes, evitando complicaciones tales como seromas o infecciones.
Cápsula periprotésica: ¿Qué es y para qué sirve?
Es una estructura que rodea el implante mamario y está compuesta, principalmente, de fibroblastos y fibras de colágeno, así como vasos sanguíneos. Es esencial para propiciar una buena curación, ya que como se indicaba más arriba, permite la adherencia adecuada del implante a los tejidos de los alrededores y disminuye las probabilidades de formaciones de infecciones. Así pues, en situaciones normales, la formación de dicha cápsula es beneficiosa y deseable, ya que indica la aceptación del implante por parte del cuerpo.
A simple vista, la cápsula es una tela fina que rodea el implante, de color blanquecino y brillante. Tiene el mismo tamaño que el implante que contiene en su interior. Sin embargo, en ocasiones tiene características anormales: es gruesa, muy firme, irregular, de color amarillento y mate y puede contener calcificaciones. Si se da todo esto, puede encogerse e ir comprimiendo cada vez más al implante.
Causas contractura capsular
En algunos casos la cápsula periprotésica puede desarrollar una contractura capsular pecho, si se producen los puntos mencionados más arriba. Esta se puede dar de manera inicial durante los primeros meses tras la cirugía o bien de manera tardía, años después de la intervención. En este último caso, sería indicativo de un implante roto o deteriorado. Entonces, ¿qué puede favorecer la formación de contractura capsular pecho?
- Infección: La presencia de infecciones alrededor del implante puede aumentar la probabilidad de una respuesta inflamatoria excesiva y una cápsula más gruesa.
- Sangrado: Hematomas no drenados pueden desencadenar una reacción inflamatoria intensa, lo que puede afectar negativamente la formación de la cápsula.
- Ubicación del implante: La colocación de implantes lisos en el plano subglandular puede aumentar el riesgo de contractura capsular.
- Tipo de implante: Algunos estudios han sugerido que los implantes de superficie lisa pueden tener una mayor tasa de contractura capsular en comparación con los implantes texturizados.
- Radioterapia: Las pacientes que han recibido radioterapia previa en la región de la mama pueden tener un mayor riesgo de desarrollar contractura capsular debido a cambios en la elasticidad de los tejidos.
Factores relacionados con la contractura capsular
Estos se pueden clasificar según la etapa de la cirugía (factores quirúrgicos y postquirúrgicos) y las características individuales de cada paciente:
Factores quirúrgicos
- Realización de una cirugía agresiva, sin respetar adecuadamente los planos anatómicos de la paciente.
- Hematomas postquirúrgicos que no han drenado correctamente.
- Uso de prótesis lisas y colocadas en un plano subglandular.
- Contaminación de la prótesis durante su introducción.
Factores postquirúrgicos
- Hematomas después de la intervención
- Seromas generados por esfuerzos o masajes intensos durante las primeras semanas tras pasar por quirófano.
- Falta de seguimiento de las recomendaciones médicas por parte de la paciente: reposo adecuado durante las primeras 3 o 4 semanas puede dar lugar a sangrados o seromas. Por ende, puede suponer la aparición de fibrosis y contractura capsular.
Factores individuales
Con ello nos referimos a las particularidades y características anatómicas y médicas únicas de cada paciente. Algunos de estos indicativos pueden ser la escasa elasticidad de la piel debido a la aplicación de radioterapia o quemaduras. No obstante, en ocasiones no se conoce el origen de las causas.
Sea como sea, es imprescindible que cualquier contractura capsular síntoma sea notificado al equipo médico para poner remedio cuanto antes y revertir los efectos. A continuación los veremos.
Contractura capsular: síntomas
Como bien se ha mencionado más arriba, la contractura capsular puede manifestarse durante los primeros meses tras someterse a la operación o bien años más tarde, lo que indicaría un posible deterioro o rotura del implante. Algunos contractura capsular síntomas pueden evolucionar de la siguiente manera: endureciéndose progresivamente y con la tracción de los tejidos circundantes. Esto provocará modificaciones en la forma y la posición del pecho.
Grados de encapsulamiento
Para conocer los grados de contractura capsular pecho se emplea la clasificación del Dr. Baker, dependiendo de la severidad de los síntomas:
- Grado I: Es la cápsula que debería formarse en condiciones normales. No requiere tratamiento.
- Grado Ia: Tanto el tacto como la forma del implante son normales.
- Grado Ib: Tacto suave y el implante es levemente visible; se considera normal.
- Grado II: Tacto más firme pero con una forma del seno todavía normal o aceptable. Puede requerir contractura capsular tratamiento de tipo no quirúrgico si se detecta a tiempo.
- Grado III: Tacto firme y una forma del seno no adecuada. Generalmente, requiere intervención quirúrgica.
- Grado IV: Tacto muy duro, forma anormal del seno, y puede ser molesto o incluso doloroso. En este caso, es evidente la necesidad de intervenir quirúrgicamente.
Contractura capsular y tratamiento
Teniendo en cuenta el grado de severidad y las preferencias del paciente, el tratamiento variará. Una de las opciones es recurrir a una cirugía secundaria de aumento de mamas, si bien generalmente las opciones recogen lo siguiente.
- Masajes. Si bien son efectivos, deben practicarse como y cuando toca y a partir de las recomendaciones del cirujano.
- Capsulectomía. Extirpación completa de la cápsula, en casos severos de contractura capsular.
- Cambio de plano. En algunos casos funciona realizar el cambio de subglandular a subpectoral con tal de reducir los efectos.
- Recambio de implantes. Sustituir los implantes lisos por texturizados o de poliuretano.
- Técnicas reconstructivas. Injertos de tejido graso para reemplazar los implantes, en casos severos.
Prevención contractura capsular
Aunque no existen garantías como tal para evitar su aparición, existen algunas medidas que pueden ser de ayuda a reducir el riesgo de encapsulamiento, tales como la selección adecuada de los implantes para elegir el tamaño, la forma y el tipo de implante de acuerdo con las características de cada paciente; la ubicación del implante, siendo la opción submuscular la que puede reducir el riesgo y, por supuesto, seguir en todo momento las indicaciones y directrices del cirujano especialista. Esto incluye respetar el período de recuperación (masajes, uso de sostenes adecuados, etc.).
En la actualidad, no obstante, la mejor formación de los cirujanos junto con la mayor implicación de los pacientes hace que las contracturas capsulares no sean tan habituales. Es esencial contar con un equipo médico que ofrezca tratamientos personalizados y seguros.
Preguntas frecuentes
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¿Las prótesis mamarias lisas se encapsulan más que las rugosas?
Se ha evidenciado que las prótesis lisas, cuando se sitúan en un plano subglandular, presentan una mayor probabilidad de contractura capsular. Sin embargo, cuando la prótesis se ubica debajo del músculo, no se ha confirmado un incremento en la incidencia de esta complicación.
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¿Hay alguna manera de minimizar el riesgo de una nueva contractura si me vuelvo a operar?
Hay diversas estrategias que pueden reducir la incidencia de contractura en una segunda ocasión.
- Cirugía meticulosa: Es esencial que la intervención quirúrgica se realice de manera cuidadosa. Una cirugía agresiva, sin una adecuada coagulación, podría incrementar el riesgo de una nueva contractura.
- Antibióticos en el postoperatorio: Su uso reduce el riesgo de contaminación subclínica del implante, asociada a una mayor probabilidad de contractura.
- Cambio de plano: En caso de contar con implantes subglandulares o subfasciales, recomendaría modificar su ubicación a un plano subpectoral.
- Tipo de prótesis: Al tener implantes de silicona, una alternativa efectiva sería cambiar a prótesis de poliuretano, las cuales han mostrado menores tasas de contractura.
- Responsabilidad del paciente: Es vital que el procedimiento se realice cuando el paciente pueda garantizar un adecuado periodo de reposo. Además, seguir las indicaciones del cirujano es crucial para una recuperación exitosa. Personalmente, sugeriría iniciar masajes a partir de la cuarta semana postoperatoria.
- Alternativas adicionales: Otra opción viable es la eliminación de la cápsula y el implante, optando por un aumento mamario con grasa autóloga. En la mayoría de los casos, esto requiere dos intervenciones separadas por al menos seis meses para obtener resultados óptimos.
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Si sufro una contractura capsular, ¿Tengo que pagar de nuevo la intervención?
La contractura capsular es un riesgo inherente al procedimiento de colocación de implantes mamarios, y respecto a este tema, cada cirujano tiene su propia perspectiva.
En mi práctica, considero que cualquier complicación que el paciente experimente durante el primer año debe estar cubierta en términos de honorarios quirúrgicos. No obstante, someterse a una nueva intervención genera ciertos costos adicionales, como gastos de quirófano y el costo de nuevas prótesis en caso de requerirse un recambio. Estos gastos no están incluidos en mis honorarios y deben ser asumidos por el paciente.
Si se opta por utilizar prótesis de poliuretano, la empresa fabricante garantiza el reemplazo de la prótesis en casos de contractura, aunque esta garantía generalmente se aplica solo a contracturas de grado 3 y 4, que son las menos comunes.
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¿Existe una vía de colocación de prótesis que tenga mayor incidencia de contractura capsular?
El abordaje a través de la areola parece estar asociado con una mayor incidencia de contractura capsular. Esta situación se vincula a la potencial contaminación subclínica de la prótesis al emplear esta técnica. Dado que la flora bacteriana de la piel de la areola y el pezón es más variada que la del surco submamario, el riesgo de contaminar el implante y, por ende, de desencadenar una contractura capsular, es más elevado al optar por la vía areolar en comparación con el surco submamario.