Radiofrecuencia corporal

La radiofrecuencia corporal es un tratamiento estético que utiliza ondas electromagnéticas de alta frecuencia para mejorar la apariencia de la piel en varias zonas del cuerpo. Es ideal para quienes buscan remodelar su figura, reafirmar y obtener una piel más firme y tersa sin necesidad de cirugía.

¿Qué es la radiofrecuencia corporal?

La radiofrecuencia corporal es un tratamiento estético no invasivo diseñado para combatir la flacidez, la celulitis y la presencia de grasa en diversas zonas del cuerpo como brazos, abdomen, glúteos, muslos y senos.

Esta técnica utiliza ondas electromagnéticas de alta frecuencia que generan un calentamiento controlado en las capas más profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina, mejorando la apariencia y la firmeza de la piel.

¿Para qué sirve la radiofrecuencia corporal?

El dispositivo de radiofrecuencia produce una corriente de alta frecuencia que provoca la vibración de las moléculas de agua en las células, elevando la temperatura interna de los tejidos hasta unos 40º.

Este aumento estimula la regeneración de la piel mediante la activación de fibroblastos, promoviendo la formación de nuevas fibras de colágeno y elastina. Como resultado, se logra un efecto tensor que reafirma el tejido y combate la flacidez, al tiempo que se reduce la celulitis y el volumen corporal.

Beneficios de la radiofrecuencia corporal

La piel se reafirma y tonifica: Se mejora la flacidez de áreas difíciles como brazos, abdomen, glúteos, muslos y senos.

La celulitis y la grasa localizada se reduce: Actúa sobre las células grasas, ayudando a reducir la “piel de naranja” y los cúmulos de grasa.

La elasticidad y la firmeza de la piel aumentan: Se estimula la producción de colágeno y elastina, regenerando el tejido y mejorando la apariencia de la piel.

Las estrías mejoran: Las estrías se reducen visiblemente al promover la formación de nuevas fibras de colágeno.

Se produce drenaje linfático: Se favorece la eliminación de toxinas y líquidos, mejorando el drenaje natural de los tejidos.

¿Para quién está orientada la radiofrecuencia corporal?

La radiofrecuencia corporal es ideal para personas que buscan mejorar la flacidez causada por el postparto, una gran pérdida de peso o el paso del tiempo. Zonas como el abdomen, los glúteos, los brazos y los muslos suelen beneficiarse especialmente de este tratamiento, que ofrece resultados visibles sin necesidad de cirugía.

¿Cuándo se ven los resultados de la radiofrecuencia corporal?

Los efectos del procedimiento son visibles desde la primera sesión y continúan mejorando con el tiempo, alcanzando su pico máximo unos meses después del tratamiento, cuando los tejidos se han regenerado por completo, lo que ayuda a mantener la piel joven y elástica por más tiempo.

Para obtener los mejores resultados, se recomienda una serie de entre 6 y 12 sesiones, dependiendo del estado inicial de la piel y los objetivos del paciente. Las sesiones suelen realizarse una vez a la semana o cada 15 días y tienen una duración aproximada de 30 a 60 minutos, según la zona tratada.

Los efectos del tratamiento pueden durar de 8 a 12 meses, y se prolongan si se sigue un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y ejercicio regular.

Contraindicaciones y cuidados post-tratamiento

Aunque la radiofrecuencia es un tratamiento seguro y que apenas tiene efectos secundarios, hay algunas consideraciones a tener en cuenta. No es recomendable para personas con marcapasos, implantes metálicos en la zona a tratar, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia o personas con ciertas enfermedades de la piel como dermatitis o infecciones cutáneas.

Después de la radiofrecuencia corporal, es importante hidratar bien la piel, evitar la exposición al sol sin protección en la zona tratada y no realizar ejercicio intenso durante las primeras 24 – 48 horas tras la sesión.

La radiofrecuencia puede combinarse con otros tratamientos estéticos para potenciar los resultados como masajes reductores, que potencian la eliminación de toxinas y líquidos, la cavitación, que mejora el resultado en reducción de volumen o la mesoterapia, que favorece una mayor regeneración celular.